La anemia tiene efectos negativos en el desarrollo cognitivo, motor, comportamiento y crecimiento en el embarazo; y los primeros años de vida. A su vez, tiene consecuencias en los logros educativos y el desarrollo del capital humano, en la productividad y calidad de vida en el futuro; así como una repercusión negativa enorme en el desarrollo del país.
Es por ello que se busca contribuir a mejorar el estado de salud y desarrollo, prioritariamente de la población infantil menor de cinco años y mujeres gestantes, para permitir el progreso económico y social.
Este programa nos permite, desde el año 2019, crear una práctica sostenible de correctos hábitos nutricionales y alimenticios que ayuden a la disminución directa de la anemia, con un alcance de 7,300 niños y niñas con edades entre 0 y 5 años, y mujeres en estado de gestación.
Hemos aprendido que la mejor manera de llegar a la persona es la sensibilización, utilizando herramientas gráficas y visuales, teniendo un contacto directo mediante ferias, campañas, sesiones demostrativas y visitas domiciliarias.